"Ten cuidado con los efectos del alcohol" dicen por ahí. Otros dicen: "Si tomas, no manejes", ambos consejos son importantes, adecuados y definitivamente hay que tomarlos encuenta; pero hay otro que estoy seguro tiene igual o mayor importancia que los ya mencionados: "Si tomas, no malcopees".
Para los bienes y fines de este post, pongo a vuestra atención la definición del malcopeo:
Malcopeo: Dícese de la acción inducida por la ingesta de bebidas alcohólicas que, aunque puede derivarse en más tipos, en este texto sólo ocuparemos los dos más importantes y/o lamentables:
- Malcopeo tipo A: Hacer el ridículo [pero de a de veras, en este tipo no se incluye el ridículo gracioso [p.ej. tirar los celulares al mismo tiempo o tratar de ingresar gratis a un hotel cinco estrellas]. No, este tipo de ridículo es algo así como hacerse pasar por grandecito y pedir el whisky (whiskey?) más caro en la barra y comprar un purote/habano para que todos vean que eres grande. Este tipo aplica para los que quieren ligar ahuevo* [¿no somos todos?] y que sienten que así llaman la atención de la vieja [que generalmente no vale ni los 60 pesos que te costó el trago] o para presumir varo. Este tipo de malcopeo no es muy molesto.
- Malcopeo tipo B: También conocido como "tirarse al drama", este tipo es el peor de todos y peor aún, a diferencia del tipo A, el tipo B si llega a arruinar la diversión de todos. Es el más común por su sencilla activación: sólo se requiere el estado de ebriedad y recordar cualquier pinche estupidez mínima que la haga sentirse mal o para los freskis: "depre". Las mujeres son las que más caen en este tipo de malcopeo, aunque también hay víctimas hombres claro está [p.ej. cierta persona que llorando/riendo le marcó a sus cuates a las 3:30 a.m.]*. Finalmente este tipo de malcopeo tiene varios niveles de drama, estos pueden ir desde ponerse en un rincón a chillar para los más amateurs o bien gritar "me voy a suicidar" en las trajineras y tratar de cortarse las venas con un destapador*. Este tipo también es el consentido de todos los perros y zorros que andan por ahí asechando en las sombras, ocultos entre la gente y esperando el momento en el que alguna mujercita empiece a chillar para "prestarle" sin motivo de lucro alguno, su hombro para que llore, le diga sus penas y de paso le afloje el calzón.
Ok. Habiendo definido al malcopeo, es hora de la historia, de la anécdota/metáfora de hoy.
Comencemos.
Estaba [alto y guapo] en una fiesta; por supuesto había chupe y todo era alegría y felicidad. De pronto a alguien se le ocurrió jugar uno de esos jueguitos en el que el que pierde chupa; te preguntarás querido lector/lectora ¿que chupe era el del castigo? y aquí tienes tu respuesta: mezcalito (que de por sí estaba aguado). Mientras más y más avanzaba el juego, más y más bebíamos de tan corriente alcohol. Al cabo de unos minutos, los efectos comenzaron a notarse y aquí es donde terminó la diversión. De repente una de las chicas se había metido a un cuarto a llorar [llorar por que? nadie lo sabe aún ...aunque probablemente haya sido por alguna nimiedad o vanalidad, en cuyo caso está bien que encuentre su lugar en este blog ¿o no?]. Por supuesto unos cuantos "buenos muchahos" la acompañaron para apapacharla (que buenos son!). Momentos más tarde otra mujer se pone a chillar por que se había peleado con un amigo, seguido de esto se fue a otro cuarto, una vez más con sus correspondientes caballeros. Al final las últimas dos mujeres que quedaban se fueron a otro cuarto a llorar sin ninguna razón aparente. Para cuando me dí cuenta de todo lo que había pasado, solo quedábamos un cuate y yo en una FIESTA sentados en la sala, solos y aburridos.
Por eso querido lector/lectora si tomas, no malcopees y si malcopeas hazlo con un grupo de personas que te hechen un ojo para que cuando te tengas que ir por que tu papá te esta buscando, te llevemos a tu casa... aunque sea arrastrándote.
Comencemos.
Estaba [alto y guapo] en una fiesta; por supuesto había chupe y todo era alegría y felicidad. De pronto a alguien se le ocurrió jugar uno de esos jueguitos en el que el que pierde chupa; te preguntarás querido lector/lectora ¿que chupe era el del castigo? y aquí tienes tu respuesta: mezcalito (que de por sí estaba aguado). Mientras más y más avanzaba el juego, más y más bebíamos de tan corriente alcohol. Al cabo de unos minutos, los efectos comenzaron a notarse y aquí es donde terminó la diversión. De repente una de las chicas se había metido a un cuarto a llorar [llorar por que? nadie lo sabe aún ...aunque probablemente haya sido por alguna nimiedad o vanalidad, en cuyo caso está bien que encuentre su lugar en este blog ¿o no?]. Por supuesto unos cuantos "buenos muchahos" la acompañaron para apapacharla (que buenos son!). Momentos más tarde otra mujer se pone a chillar por que se había peleado con un amigo, seguido de esto se fue a otro cuarto, una vez más con sus correspondientes caballeros. Al final las últimas dos mujeres que quedaban se fueron a otro cuarto a llorar sin ninguna razón aparente. Para cuando me dí cuenta de todo lo que había pasado, solo quedábamos un cuate y yo en una FIESTA sentados en la sala, solos y aburridos.
Por eso querido lector/lectora si tomas, no malcopees y si malcopeas hazlo con un grupo de personas que te hechen un ojo para que cuando te tengas que ir por que tu papá te esta buscando, te llevemos a tu casa... aunque sea arrastrándote.
* Todas estas anécdotas son tan reales como
el cielo más azul en el verano más puro.
el cielo más azul en el verano más puro.
.:Neps & the Nepetronic Effect:.
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